GERMÁN SAMPER    arquitecto

El arquitecto Samper estuvo vinculado al atelier del arquitecto Le Corbusier en París entre 1948-54. Durante éste período participó en el desarrollo de los siguientes proyectos, entre otros.

 

Plan Piloto de Bogotá

                  

Tres colombianos colaboraron en París con Le Corbusier en el plan piloto para Bogotá. Rogelio Salmona, Reinaldo Valencia y Germán Samper. La firma Wiener y Sert complementaron este estudio con el plano regulador, concebido para 600.000 habitantes. (Bogotá tenía en 1950 la mitad de esa población), el plan perdería vigencia rápidamente.  Sin embargo, la estructura de su esquema vial, con avenidas Norte Sur y calles Este-Oeste, creando sectores urbanos, se ha mantenido en el desarrollo posterior. Si los edificios tipo Ville Radieuse, sugeridas para el centro eran desde su nacimiento, una utopía, no lo fueron los prototipos de viviendas.

 

Chandigarh, Proyecto Urbanistico

                     

El capitolio es la cabeza administrativa de la ciudad de Chandigarh que Le Corbusier quiso poner en las afueras del trazado urbano con 4 edificios cuyas siluetas quedarían enmarcadas por la cadena montañosa del Himalaya. Situados a grandes distancias unos de otros, los edificios aparecerían como grandes monumentos,  de escala sobre humana, pero manifestando el lirismo apoteósico que Le Corbusier imprimió a sus últimas obras. El maestro, entregaba a sus colaboradores sus bocetos realizados en el sitio, en el hotel o en el avión, que debían con la dedicación y el tiempo necesarios convertirse sin cambiar su espíritu inicial, en planos de construcción.

                                                                    

Palacio de los Ministerios - Secretariado

Correspondió a Samper el desarrollo de los planos para el “Secretariado” que concentraba las oficinas de los ministerios de la nueva capital del Punjab, recientemente creada.  Durante casi dos años trabajé como único participante en el diseño del edificio. Casi 200 planchas se elaboraron, apenas dibujando los planos generales. Sobre los trazos de dibujo. Le Corbusier hacía las correcciones necesarias, aprovechando la oportunidad para dictar cátedra y plantear sus enseñanzas. Era un edificio insólito de 300 metros de largo que debía rematar la composición del conjunto. Dos rampas externas rompían la monotonía de una fachada tratada con un módulo único, constituido por un balcón generado en un cuadrado. Se pretendía con esto evitar un fuerte énfasis horizontal o vertical.

 

Palacio de los Ministerios - El Nucleo Principal

De ese gran volumen longitudinal, era necesario destacar el lugar donde estaban concentrados los despachos de los Ministros. La única manera de diferenciarse de una fachada en que se repetía con regularidad un módulo era creando un núcleo que contrastara en escala y produjera además un “caos creador” por así decirlo.  Le Corbusier  propuso dos despachos diferentes por piso, asimétricos, y que se alternarían en altura.  El despacho del gobernador a su vez tendría un balcón sobresalido, soportado en una columna independiente.

 

Croquis de Viaje

La primera enseñanza que Le Corbusier quiso transmitir a sus discípulos, fue la de pensar por sí mismos y nada mejor para ello que dialogar con la arquitectura del pasado. Esto solo se logra a través de los croquis de viaje, como los hizo él en su juventud. Entiendo así, el boceto realizado en sitio se convierte en un formidable instrumento de aprendizaje y posteriormente en un patrimonio intelectual para el diseñador. Mi peregrinar por el mundo ya lleva 40 años de dedicación, que requiere constancia y esfuerzo permanente, pero que produce inmensa satisfacción personal. El croquis es un pensamiento que queda congelado en un papel. El barroco en Viena, el Castillo en lo alto de Praga (una ciudad dentro de la ciudad), la plaza de los Vosgos en París, con unidades que se repiten, la arquitectura profundamente urbana de Popayán, en cada sitio una lección muchas de las cuales pueden reelaborarse en la ciudad moderna.